CEIP SANTA QUITERIA

Descripción proyecto

¿Qué imágenes se nos vienen a la cabeza cuando recordamos nuestra etapa en el colegio? ¿Qué momentos? ¿Qué sensaciones? ¿Qué emociones?

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Buscando respuestas a estas preguntas, y alguna más, es como empezamos a trabajar en este proyecto y salvo alguna excepción, la gran mayoría de nuestro recuerdos de la etapa escolar se situaban en el patio, en la hora del recreo. Aquella vez que jugamos y ganamos un partido , aquella vez que pintamos un mural  enorme, aquella vez que jugábamos a “pillar” y empezó a llover, esos días que íbamos al colegio con botas de agua para jugar con los charcos, cuando nos caímos saltando a la comba, …. Una multitud de imágenes, de sensaciones, de momentos que siempre  nos sitúan en ese espacio de todos, donde todo podía ocurrir, que era el patio del recreo, el patio de juegos.

Y quizás, citando a George Bernard Shaw, “No dejamos de jugar porque envejecemos. Envejecemos porque dejamos de jugar”, el no querer envejecer hace que añoremos aquellos momentos y aquellos espacios donde jugábamos.

Y quizás, porque estamos convencidos que el juego es un mecanismo natural que despierta la curiosidad, la motivación y la comunicación, promoviendo el aprendizaje de acción, el desarrollo de habilidades y capacidades así como el trabajo de equipo,  hemos focalizado el concepto de la propuesta en los espacios de juego, en los espacios de relación.

“No hay aprendizaje sin emoción “ Francisco Mora.

Hemos propuesto abrir el colegio al juego, tratando de no elegir entre aprender o jugar, sino de aprender jugando. Por ello el colegio  se concibe como una gran pieza de juego, como un juguete, donde cada pieza se encaja en una posición definida  ( aulas, talleres, seminarios, comedor,…) pero que también dispone de huecos que se convierten en los espacios más importantes puesto que deberán “ocuparse” por multitud de actividades, juegos, relaciones, emociones, etc…

Frente a la desestructuración del entorno planteamos un edificio compacto, con volúmenes claros y rotundos que crean una imagen icónica en su entorno inmediato.. En el interior, la geometría utilizada “juega” con las alineaciones del solar, rompiendo la trama cartesiana con un leve giro que da dinamismo a los espacios de transición, eliminando la rigidez del conjunto. Si bien los espacios interiores son regulares ( según marca las premisas de Conselleria de Educacion), los espacios de relación, de circulación y exteriores son levemente irregulares, ninguno tiene cuatro ángulos iguales, promoviendo lecturas dinámicas diferentes según se recorren, según se exploran.

Con la intención de promover el contacto de los alumnos con la naturaleza y mejorar la convivencia escolar, los espacios destinados a juegos, porches , zonas ajardinadas, etc…se han generado como áreas de uso no estructurado, que permitan la exploración, las relaciones y e aprendizaje a partir de la experiencia. Se busca que los alumnos de vinculen con el espacio de su colegio, propiciando el apego escolar. Los espacios de juegos no estructurados no tienen un principio ni un final y promueven que sean los niños lo que crean su manera de jugar y ocupar el espacio, encontrando cada uno su lugar.

Alamassora, Castellón l España

Arquitectos Francesc de Paula García Martínez, Ana Gil Collado y Francisco Miravete Martín

Colaboradores Héctor Bleda Magaña

Arquitecto Técnico Eduardo Ferrer Domenech

Fotógrafo Diego Opazo

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